El custodio permanece en cabina todo el tiempo, reportando a través de Btrack y gestionando cualquier amenaza con protocolos de respuesta definidos por Linaje.
Cada trayecto se supervisa desde dos frentes: custodia a bordo y monitoreo en el Centro de Operaciones para mayor precisión ante imprevistos.
Se reducen drásticamente los riesgos de robo, sabotaje o alteraciones de ruta, especialmente en mercancías sensibles o zonas con alto índice delictivo.